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UNGIDO HASTA LA SEPULTURA

DESDE EL ESCRITORIO DEL ROEH: FRANCISCO JAVIER (COSTA RICA)

UNGIDO HASTA LA SEPULTURA

Leer: Juan/Yohanán 12.1/8 – 1 Seis días antes de Pesaj, Yeshúa fue a Beit-Anyah donde estaba El´azar, a quien había resucitado de entre los muertos. 2 Le hicieron, pues allí, una cena y Marta servía y El´azar era uno de los que estaba reclinados con él a la mesa. 3 Y Miriam entonces, tomando una libra de perfume de nardo puro, de muchísimo valor, ungió los pies de él, y la casa entera se llenó del aroma del perfume. 4 Pero Yehudáh de K´riot (Judas Iscariote) uno de sus talmidim, el que le entregaría, dice: 5 ¿Por qué no fue vendido este perfume por trescientos denarios y dado como Tzedaká a los pobres? 6 Mas dijo esto, no porque tuviera compasión de los pobres, sino porque era ladrón, y siendo el tesorero del grupo, hurtaba de lo que se echaba en ella. 7 Entonces Yeshúa le dijo: “Déjala para el día de mi sepultura ha preservado este perfume, 8 porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me tendréis”.

INTRODUCCIÓN: Imagine una escena como esta: una mujer llega a la congregación con una hermosa colección de ropa costosa que vale miles de dólares, y dice: «Quiero ofrendar la venta de esta ropa”. Después, mientras la gente asiente, la deja caer sobre el piso y le prende fuego.

Usted pensaría probablemente: ¡Qué desperdicio! Así es como reaccionaron los discípulos cuando Miriam de Beit Anyah (Betania) ungió los pies de Yeshúa con todo un frasco de perfume.

Por casi tres años, los discípulos se habían sostenido económicamente con la ayuda económica de mujeres ricas y de otras personas generosas.

Y este frasco valía alrededor del salario de un año de un trabajador del campo. El producto de su venta podría haber suplido las necesidades de Yeshúa y de sus seguidores durante varias semanas.

Judas criticó el aparente desperdicio, y los otros discípulos se sumaron al regaño a Miriam. Pero su uso del perfume no había sido un error.

El Mashiaj Yeshúa dijo: «Al derramar [ella] este aceite perfumado sobre mi cuerpo, lo hizo con el fin de prepararme para cuando sea sepultado» (Mateo/Mattityahú 26.12).

Al utilizar todo el contenido del frasco, Miriam liberó una fragancia tan irresistible, que llenó toda la casa (Juan/Yohanán 12.3). Cada respiración que hacían los huéspedes, les recordaba lo extravagante y al parecer lo imprudente que había sido su regalo.

CONCLUSIÓN: Desde el tiempo de Miriam de Beit Anyáh (Betania) hasta la actualidad, el llamado de Di-os ha inspirado siempre a sus seguidores a actuar de maneras que otros no entienden.

 Al hacerlo, liberamos la fragancia de su Mashiaj para todos los que encontramos (2ºCorintios 2.15 “Porque para Di-os somos el sahumerio fragante de Mashiaj entre los que tienen su parte en el mundo por venir y entre los que no la tienen).

El término “salvación” significa en el judaísmo, el honor de tener uno su nombre escrito en el libro de la vida lo cual garantiza una porción en el mundo por venir. Lo contrario es perderse, es decir no tener el honor de entrar ni ver el Maljút HaShem (Reino de Di-os).

REFLEXIÓN: ¿Qué le ha llamado Di-os a hacer como expresión de su devoción y amor por Él?